• Inicio
  • Blog
  • ¿Qué pasa cuando escondes lo que sientes?

¿Qué pasa cuando escondes lo que sientes?

A nadie le gusta enojarse o sentir miedo. Incluso hay mucha gente que "nunca se enoja". Pues déjame decirte que mienten.

¿Qué pasa cuando escondes lo que sientes?

¿Conoces a alguien a quien le guste enojarse o sentir miedo?

¿O estar triste? ¿O sentir asco?

Pues claro, a nadie le gust sentir esas emociones, y ahí empieza el problema. Las emociones no son buenas ni malas. Son todas biológicamente indispensables para reaccionar adaptativamente ante los estímulos de nuestro entorno. 

Lo que en la mayoría de nosotros sucede es que hemos aprendido que enojarse está mal, que no se llora, que decir lo que sentimos es de mala educación. 

Dime si te suenan algunas de estas frases: 
"No te enojes que está mal"
"¿Por esa pavada te enojas?"
"No seas como tu padre de rezongón"
"No llores, ven, come este caramelo"
"No llores que mamá se pone triste"
 

...y la lista sigue, sumándose no sólo lo que escuhamos con nuestros oídos, sino lo que experiementamos con todo nuestro cuerpo:
"cuando papá se enojaba le pegaba a mi mamá"
"si mamá se enojaba porque no teníamos todo listo, nos pegaba"
"mamá era depresiva, dormía todo el día"
"yo era la alegría de mamá y sólo la veía sonreir cuando le contaba todo lo lindo que había hecho en la escuela"

Así aprendimos a no expresar lo que sentimos, y en muchos casos, ni siquiera somos capaces de identificarlo, lo que se traduce en personas que cuando nos preguntan qué sentimos, damos vueltas, damos explicaciones de lo que sucede, justificamos lo que los otros hacen, pero NO podemos expresar lo que sentimos.

Esto lo veo mucho en consulta y quiero que sepas que las emociones no son buenas ni malas, son biológicas e indispensables.

Hay cuatro puntos básicos que debes de conocer:

·         Están grabadas en nuestra genética

·         Son herencia de nuestra evolución y para nuestra supervivencia

·         Se refuerzan con los aprendizajes

·         Son sólo 5 las emociones básicas: miedo, ira, asco, tristeza y alegría.

Lo que intento explicarte es que las emociones son sustancias químicas que refuerzan neurológicamente una experiencia, que nos sacan de nuestro estado habitual y que implica que nos movamos en una dirección, que tengamos una respuesta.

Vamos a conocerlas un poco más

¡No es malo enojarse! Cuando nos enojamos estamos percibiendo una amenaza y una parte nuestra nos invita a enfrentar a ese enemigo y luchar. Por eso hay un aumento de la presión sanguínea y de la respiración cardíaca. Hay una respuesta rápida, segregando adrenalina y noradrenalina; tensión muscular, foco visual centrado en un punto, tensión en cervicales, mandíbula apretada, entre otras.

Con esta respuesta biológica, hay un aumento en el flujo sanguíneo de nuestras manos haciendo más fácil empuñar un arma o dar un golpe, así como tener reacciones vigorosas.

La rabia es una emoción “castrada” por la familia y el colectivo social en general.

Así, con ese no permitirnos expresar el enojo, tenemos bruxismo, gastritis, contracturas, hipertensión, entre otras.

 

¡Bienvenido el miedo! Al sentir miedo estamos percibiendo el peligro, peligro que es tan grande (cual depredador de la sabana) que no podremos enfrentar porque nos devoraría. 

Cuando sentimos esta emoción, hay una descarga de adrenalina, aumento de la tensión arterial, disminuye la circulación de la piel produciendo palidez y rostro frío, se relajan los esfínteres, la respiración se entrecorta y se abren bien los ojos.

Esta reacción biológica nos está motivando a huir o a quedarnos quietos, inmóviles, paralizados y pasar así a ser percibidos como “muertos”.

Lo “malo” de esta emoción en la sociedad actual es que suele extenderse durante mucho tiempo como consecuencia de sobre-pensar y pre-ocuparnos.

Así, tenemos pánico, cansancio crónico, problemas digestivos, renales, respiratorios, etc.

 

De igual forma sucede con la tristeza, el asco y la alegría. Tienen un para qué y la mala gestión o represión de ellas, se expresa a través de nuestro cuerpo.

Aquí te dejo cómo puedes hacer para conectar con ellas y expresarlas a través de la respuesta a unas preguntas sencillas.  


Te puede interesar
Accede con tu cuenta de Mikaela Zeballos Correa
¿Ya tenes cuenta?
Iniciar sesión
Cerrar X